En 1738, Mathias Wilhelm abre la taberna y compra la casa en 1746. Después de la muerte de sus padres, su hijo Josef se hace cargo de las operaciones.

Después de un período de propiedad de Josef Laurent, Christian Hummel se hace cargo de la propiedad en 1834. Después de largas negociaciones con el municipio, logra obtener el permiso para convertir la taberna de bebidas en un restaurante al que se le permite servir platos calientes, que había sido solicitado por los dueños de los puestos del mercado durante mucho tiempo. Después de tomar el relevo de su padre en 1863, Eduard Hummel compra la otra mitad del edificio al zapatero Johann Schmid en 1870 y convierte toda la planta baja en un restaurante. Este es el estado en el que todo Friburgo conoce el restaurante, todo el mundo en la ciudad conocía «Der Hummele am Münsterplatz».

Elise y Karl Oberkirch compraron la casa en 1936. Según la leyenda, Karl Oberkirch logró extinguir un incendio que se desató en la histórica sala comercial adyacente durante el intenso bombardeo de la ciudad en 1944, utilizando el contenido de su bodega. El edificio Oberkirch justo al lado de la impresionante sala se salvó milagrosamente y sigue siendo uno de los pocos edificios históricos reales en Friburgo. En 1951, su hija Helga comienza a trabajar en el restaurante y se agrega otro edificio; los antiguos establos de caballos del palacio de la familia Sickinger (hoy sede de la corte provincial) se reconstruyen como edificio hotelero después de ser destruidos en la guerra.

En 1967, Helga Oberkirch se hizo cargo de las operaciones con su esposo Herbert. En 1991, cede la casa a su hijo Helmut Johner y a su compañera de vida Doris Hunn, juntos dirigen el hotel y el restaurante hasta la muerte de Helmut Johner en 1997. Durante este período, el edificio Münsterplatz se renovó por completo y hoy ofrece un confort moderno con el ambiente del edificio histórico. Desde 1998 hasta noviembre de 2022, Doris Hunn dirigió sola el Oberkirch.

Desde diciembre 2022, Toni F. Schlegel dirige el hotel y el restaurante; la larga tradición de Oberkirch continúa…